1º – Trabajar a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo.
2º – El verdadero culto que se puede tributar al Gran Arquitecto consiste en buenas obras.
3º – Mantén siempre tu alma en estado de pureza y estarás preparado para aparecer de un momento para otro ante el Gran Arquitecto.
4º – No des lugar a la cólera; es un signo de debilidad.
5º – Escucha siempre la voz de tu conciencia.
6º – Resiste a la avaricia, porque si amas demasiado las riquezas, poco fruto lograrás de ellas y caerás esclavo del egoísmo.
7º – La buena vida corre por la senda de la honra y de la justicia; el camino errado sólo conduce a la muerte espiritual.
8º – Haz el bien por el Bien en sí mismo.
9º – Evita la agresión de hecho o palabra; nunca recurras a la descalificación y procura siempre apoyarte en la razón.
10º – No te avergüences de tu destino. Piensa siempre que éste no te deshonra ni te perjudica. El modo como cumplas con tu misión será lo que te enaltezca o te degrade frente a los demás.
11º – Lee y medita, observa y adopta lo bueno. Reflexiona y trabaja. Ocúpate del bienestar de tus hermanos y estarás construyendo tu propio bienestar.
12º – Disfruta de las cosas y las personas.
13º – No juzgues superficialmente las acciones de tus Hermanos y no censures apresuradamente. El veredicto pertenece al Gran Arquitecto del Universo, porque sólo Él puede sondear el corazón de sus criaturas.
14º – Sé, entre los profanos, superior sin soberbia; humilde sin sumisión. Y, entre Hermanos, firme sin obstinación, severo sin inflexibilidad y dócil sin servilismo.
15º – Justo y valiente. Defiende al oprimido y protege al indefenso, sin esperar jamás una recompensa por los servicios prestados.
16º – Cuidadoso observador de las personas y las cosas, atiende únicamente al mérito personal de cada uno. Sea cual fuere su estrato social, posición o riqueza.
17º – Si el Gran Arquitecto te da un hijo, agradece, mas cuida siempre del tesoro que te confió. Sé, para esa criatura, la imagen de la Providencia. Haz que, hasta los 12 años te tema, hasta los 20 te ame y hasta la muerte te respete. Hasta los 12 años sé su maestro, hasta los 20 su padre espiritual y hasta la muerte su amigo. Piensa más en darle buenos principios que en ricos bienes materiales; que tenga buenas maneras, pero no sea frívolo. Esfuérzate para que sea un hombre honesto y rechace vicios y corrupción.
18º – Ama a tu prójimo más que a tí mismo.
19º – No hagas el mal, pero tampoco esperes recibir el Bien.
20º – Estima a los buenos, ama a los débiles. Sin ofender a nadie, cuida de que los malos no hagan daño.
21º – Sé el amparo de los afligidos; cada lamento que tu dureza provoque será un peso sobre tu cabeza.
22º – Donde haya hambre, reparte tu pan. A pobres y forasteros da hospitalidad.
23º – Dá de vestir a los desnudos, aún cuando tú mismo pases frío.
24º – Respeta al peregrino, propio o extranjero, y dale auxilio siempre.
26º – Respeta a la mujer, no abuses jamás de su debilidad; defiende su inocencia y su honra.
27º – Habla moderadamente con los pequeños, prudentemente con los mayores, sinceramente con tus iguales y tus amigos, dulcemente con los que sufren; pero siempre de acuerdo con tu conciencia y tus principios éticos.
28º – El corazón de los justos está donde se practique la virtud; el de los fatuos, donde se festeja la vanidad.
29º – No prometas nunca sin intención de cumplir. Nadie está obligado a prometer, pero una vez hecha la promesa se es responsable.
30º – Acepta el compromiso con convicción; más vale una negativa delicada que la humillación de no cumplir con una responsabilidad.
31º – Soporta la adversidad con dignidad y resignación, y no pierdas tu confianza en el futuro.
32º – Concentra todas las vibraciones de tu alma para estar en contacto con el Gran Arquitecto del Universo.
33º – Haz de tu cuerpo un Templo, de tu corazón un Altar y de tu espíritu un apostolado del Amor, la Verdad y la Justicia.